antropolis-post03

Peleas de gallos: una tradición que debe desaparecer

Los combatientes llegan, se miran fijamente, saben que van a enfrentarse en unos pocos segundos, huelen el miedo, la ira y la incertidumbre del rival; están ávidos de comenzar, aunque no saben por qué, solo saben que deben llegar frente al otro, porque el otro es una amenaza, su instinto animal se los dice. Al final hay sangre derramada, tierra revuelta y muerte, una muerte que algunas veces acaba en la basura. Así acaba la vida de un gallo de pelea, mientras su dueño busca más, para seguir intentando sacar tajada a expensas de un ser vivo.

Las peleas de gallo son una tradición que existe en muchos países desde hace más de 300 años, pero que, como debería ser en todo el mundo, ha sido prohibida ya en varias regiones del mundo por la violencia y el maltrato animal que significa.

Esta tradición implica muchos niveles de maltrato hacia estos animales desde su nacimiento; los gallos jóvenes considerados “inferiores” por su poco desde de pelea son asesinados y desechados; los que son vistos como aptos para ponerlos en combate, son atadas casi toda su vida de una pata y encerrados en pequeñas jaulas de las que solo salen cuando tienen que ir a un palenque, y a las cuales probablemente no regresarán.

Los gallos de pelea, además, pueden ser mutilados por diversas razones: se les quita la cresta y barbilla para evitar que los gallos contrincantes los agarren, algo que causa que no sean capaces de regular su temperatura correctamente, porque estas partes de su cuerpo son las que los ayudan a “enfriarse”, al no tener glándulas sudoríparas. Además, algunos galleros deciden cortar los espolones naturales de estas aves, para colocarles después armas que pueden resultar más mortíferas en una pelea.

Pero los problemas de esta tradición no solo se quedan en el maltrato que sufren los gallos; puede existir un problema de salud causado por la sangre de estas aves que se derrama en los palenques durante una pelea. Ya existen casos de gripe aviar relacionados con las peleas de gallo, ya que los dueños de estos no utilizan guantes o equipo de protección al tomar a sus animales heridos y muertos, lo que causa que entren en contacto directo con virus potencialmente graves.

En México solo se ha legalizado sobre estas en tres entidades: Veracruz, Sonora y la Ciudad de México, pero aún hace falta trabajar mucho para que estos eventos crueles hacia los gallos terminen y se legisle para que sean prohibidas en todo el territorio nacional.

Existe una canción mexicana llamada “Pelea de Gallos”, cuya letra resulta bastante irónica: “Van llegando los valientes, con su gallo copetón, y lo traen bajo el brazo (…) pa’ jugarse hasta la vida…”. ¿En serio podemos seguir llamando “valientes” a personas que lo único que hacen es aventar a un animal asustado a matarse frente a otro de su misma especie, solo por el gusto de ganar dinero? Juzguen ustedes…

Tags: No tags

Comments are closed.